martes, 9 de junio de 2009

EN FIN: Miguel Sanz y sus secretos

Manda José desde Lodosa un mail en el que asegura que el próximo 27 de agosto después de la medianoche hay que mirar al cielo. Sólo entonces podremos ver Marte del tamaño de la luna llena. Dice que Marte estará muy cerca a 55,75 millones de kilómetro de la Tierra. Será como si la Tierra tuviera dos Lunas. Resulta que la siguiente vez que este fenómeno se produzca será en el año 2287. Es decir: todos calvos. Eso, claro, si antes no nos hemos cargado el planeta con nuestros excesos. Y por eso hay que aplaudir la iniciativa de que Estella acoja un congreso como el Copyma. Toda una declaración de intenciones de nuestros empresarios de que la Ciudad del Ega sea el escenario donde se analice que el futuro de la producción pasa por procesos más ecológicos. Hasta aquí llegó la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa. Cuando nuestra redactora le preguntó sobre el impacto ambiental que podrían tener para la zona las autopistas de alta tensión, saltó el presidente Miguel Sanz que aquéllas no eran preguntas para una ministra. Que "ésa es una cuestión local". Al presidente de Navarra hay que recordarle que alguien ha apuntado a esta zona para que pase esa autopista. Por su actitud defensiva se podría pensar que quien lo ha decidido es alguien de su gobierno. Estaría bueno que teniendo aquí a la responsable estatal del impacto de ese proyecto se vuelva a Madrid sin que aquí alguien le pida una explicación. Sanz puede intentar que no hagamos preguntas, pero no le vamos a hacer caso. No queremos que en 2287, cuando nuestros descendientes miren al cielo para ver Marte como una luna llena, ya no puedan porque 278 años antes dirigentes sin muchas luces cubrieron el cielo de esta merindad de autopistas y, en fin, de peligrosos secretos.
Javier Arizaleta. DIARIO DE NOTICIAS DE NAVARRA 6-6-09