miércoles, 26 de marzo de 2008

Grupos ecologistas se suman al recelo surgido en Campezo ante la futura red de alta tensión

Diario de Noticias - Álava 6.02.08
CONSIDERAN "UNA BARBARIDAD" QUE LA LÍNEA QUE SE BARAJA ATRAVIESE MONTAÑA ALAVESA
Ven lógica la infraestructura desde el punto de vista empresarial, ya que uniría varias centrales de ciclo combinado

Con falta de información y exceso de recelos y desconfianza. Así se contemplan en el territorio histórico los planes de Red Eléctrica de España (REE), entidad encargada del transporte de energía en el Estado. El caso es que la compañía baraja en estos momentos, y de forma estrictamente preliminar -explican desde la empresa que no hay siquiera anteproyecto-, hasta tres esbozos diferentes para habilitar una línea de alta tensión entre la localidad navarra de Castejón, cuna de dos centrales de ciclo combinado, y la subestación de Arzubiaga, en las inmediaciones de Vitoria.

La firma lo haría a través de un corredor que atravesaría los bosques y montes de la Cuadrilla de Campezo-Montaña Alavesa, a los que, según denuncian diferentes grupos ecologistas e instituciones locales de la citada comarca -todos los ayuntamientos y la mancomunidad que los reúne-, esquilmaría una parte fundamental de su riqueza natural, única en Álava. En ese sentido, sustantivos como "barbaridad", "desastre", "desconcierto" o "impacto brutal" definen el descontento surgido ante la posibilidad de que una tupida red de torres de entre 42 y 46 metros de altura, soporte del paso de 400 kilovatios de electricidad, desbroce áreas como los arrabales del Parque Natural de Izki, de un interés ecológico destacable -ahora libres de entramados de tal capacidad-, que acogen nidos de especies animales protegidas (alguna en peligro de extinción) y una flora autóctona ejemplar, con encinares, robledales y hayedos singulares.

Los rumores sobre la futura red no cesan en las últimas fechas, tal y como ha recogido este diario en numerosas ocasiones. No obstante, los planes al respecto no son nuevos. De hecho, en la pasada legislatura se discutió este asunto en las Juntas Generales de Álava -el Ejecutivo popular de entonces defendió el paso de la línea por la Llanada, circunstancia que supondría una afección importante en áreas protegidas de Navarra-. Además, desde diferentes foros han trasladado a este rotativo el conocimiento del plan, o de versiones similares, para enlazar Castejón y la capital alavesa, al menos, desde hace doce años. Las últimas, aportadas por Alberto Frías, de Eguzki, hablan de sospechas. Y éstas de un trazado (el que se discute ahora) que no descansaría en Vitoria y que continuaría hasta Lantarón, donde en breve se levantarán las chimeneas de una central de ciclo combinado. Con esa infraestructura se daría forma "a la necesidad de conectar las grandes centrales de Castejón, Miranda de Ebro y Lantarón. Además, hay que tener en cuenta que todos los proyectos de parques eólicos que se plantean construir en Álava y Navarra estarían a escasos cinco kilómetros del nuevo trazado", indica el citado ecologista.

Bajo esa perspectiva, parece evidente que existe una motivación clara y lógica para sembrar parte del territorio histórico con una red de torres separadas entre sí entre 400 y 900 metros, circunstancia que sería discutible desde su misma génesis, ya que, tal y como aclara Frías, "la eficiencia de una red de alta tensión es un desastre, ya que desde el origen hasta el destino se perdería el 66% de la energía" .

En cualquier caso, "la línea es necesaria y se acabará haciendo. Es parte del plan estratégico de REE", reflexiona Andrés Illana, de Ekologistak Martxan, quien se lamenta de que otros posibles trazados, "más caros y con menor impacto ambiental", como el que discurriría en paralelo a los ríos Ebro y Zadorra, se hayan olvidado.

Sea como fuere, lo cierto es que la información surgida al respecto -desinformación, en este caso- alerta del posible interés de REE por instalar las torres de alta tensión por pasillos que podrían afectar paisajes sobresalientes y áreas arboladas con especies autóctonas conservadas sin alteraciones en zonas como Igoroin, La Dormida, Entzia, Toloño, Sierra de Cantabria, el monte Hornillo o los LIC (espacios de interés comunitario) de los ríos Berrón y Ega. "Sería una barbaridad que se permitiese trazar una línea así", esgrime Illana, que recuerda que en la zona que se baraja para la instalación viven especies como el águila real, el halcón peregrino o el alimoche, que verían peligrar sus hábitats.